Las tres cuartas partes de mi actividad son mentales. Pienso que paso demasiado tiempo pensando. Pienso que tengo que pensar menos y hacer más. Pienso que pensar tiene su tiempo, y lo tengo que encontrar.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Nuevo superhéroe para un cómic.

Llevo todo el día oyendo hablar de la boda de la duquesa. Tanto interés me hace pensar que quizás sea una maniobra del gobierno para distraernos de las novedades previstas para el comienzo de curso, ¿o no? La cuestión es que a mí la boda me importa un pimiento, lo del gobierno es otra historia, eso sí me preocupa, pero, en todo caso, lo que no acabo de entender es que esta boda se califique de acto poco menos que heroíco: la duquesa contra el mundo, qué valiente la duquesa que no le importa lo que se piense de ella, qué coraje la duquesa que se casa contra viento y marea. A ver, un momento que ya se nos ha ido la olla más que a ella. Pero ¿el tema no era que lleva más de un año que se quiere casar y los hijos no la dejan?. ¿El tema no es que hasta que no ha repartido el patrimonio no ha tenido la autorización familiar para casarse?. Pues menudo heroísmo el suyo. Con toda esta historia ha perdido todo el glamour. La noticia sería: Los hijos de la duquesa la despojan de todos su bienes y la dejan en manos de un casanova funcionario que anda más cojo que ella.
Por cierto duquesa, no seas tonta, invita a Nati Abascal a la boda que tienes la diversión asegurada, ¿o no te dejan tus hijos?.

sábado, 20 de agosto de 2011

El 15M y las burbujas del cava.

Qué pena que ya no se pueda decir eso de "lo que bien empieza, bien acaba". Pongo como ejemplo el 15M, movimiento nacido de la razonable indignación de ciudadanos y ciudadanas con la situación política, social, económica, y todo lo que se pueda imaginar. La idea era buena, demostrar a la clase política que no nos gusta lo que hacen. Vale. Pero fue empezar a ponerla en práctica y aquello se derritió como un hielo, lentamente pero sin descanso, generando un charco que de tanto pisoteo se ha puesto negro.
La ausencia de un objetivo claro y lógicamente un tiempo para cumplirlo, los ha convertido en una masa jaleosa que se apunta a una ronda de patadas en la espinilla o al bautizo de una muñeca (eso sí, laico), defendiendo ideales variopintos (no ideas), sin respetarse a ellos mismos y por supuesto a nadie más.
Desde luego se les ve y se les oye, como cuando duermes y un mosquito te zumba en la oreja. Me recuerdan a uno de mis hermanos que cuando lloraba, lloraba tanto rato que nadie le hacía caso y cuando, más por curiosidad que por otra cosa, le preguntabas ¿por qué lloras? ni siquiera se acordaba. Por suerte mi hermano dejó de llorar porque entendió que así no conseguía lo que quería y decidió utilizar otras tácticas que sí le han dado resultado a juzgar por su eterna sonrisa.

viernes, 5 de agosto de 2011

Barco a toda vela, no corta el mar sino las venas.

Tengo una amiga que se pone enferma, entre otras cosas, cuando escucha la expresión "personas humanas", porque considera que es una expresión absurda, que por definición las personas son humanas ¿o no? y por tanto quien lo dice se expresa mal. Llevo varios días acordándome de ella porque esta frase me viene a la cabeza con regularidad, concretamente cada vez que veo las noticias de Somalia y me pongo a pensar cómo es posible que esto siga ocurriendo porque, a ver, si todas las personas somos humanas no deberíamos hacer cosas inhumanas o dejar que ocurran. ¿No será que no todas las personas somos humanas? Habrá que averiguar si lo de humano es algo estructural, quiero decir que se aplica a todo cuerpo con forma más o menos de persona, como una bombilla a una lámpara, o más bien se trata de un adorno que ocasionalmente puede acompañar al cuerpo, como el gotelé a la pared, que además es perfecto para tapar las chapuzas de los albañiles. En cualquier caso lo de Somalia nos deja algo claro, humanos o no lo que somos es una panda de sinvergüezas, no puedo decir salvajes porque en la selva no ocurren estas cosas.


Barco de voluntarios dirigiéndose a Somalia para ayudar (por la parte que me toca de cerca) que de estos hay un montón repartidos por todo el mundo.

lunes, 1 de agosto de 2011

Uf, qué difícil decidir.

Pensando en los problemas del mundo (que de vez en cuando me da por ahí) estaba comprobando que en todos encuentras siempre la falta de honradez. Ya casi no usamos esa palabra y mucho menos la aplicamos en nuestros actos, ha sido sustituida por el egoísmo a todos los niveles, aliñada con el "si eres honrado eres tonto" porque vendrá otro y hará lo que tú, por remilgos(=honradez), no quieres hacer, y te lamentarás, y te tirarás de los pelos y la próxima vez no hará falta que te digan nada, pisotearás la honradez y sentirás satisfacción por ello, porque "no has sido tonto y has aprovechado bien tu oportunidad". ¿Realmente crees que las cosas son así? Yo creo que no, que a la larga todos acabamos pagando nuestra falta de honradez. Por supuesto, de momento, la pagan los pringados de siempre, los pobres, los débiles, pero como dice el dicho "a todo cerdo le llega su San Martín". Total, que seguí pensando que debería potenciarse el uso de la honradez, porque con la honradez se va a todos los sitios, ¿o no?, con la honradez vas.... a la puta calle, a la cola del paro, al ostracismo, al exilio social. En fin, ¿será verdad lo de San Martín?.