La ausencia de un objetivo claro y lógicamente un tiempo para cumplirlo, los ha convertido en una masa jaleosa que se apunta a una ronda de patadas en la espinilla o al bautizo de una muñeca (eso sí, laico), defendiendo ideales variopintos (no ideas), sin respetarse a ellos mismos y por supuesto a nadie más.
Desde luego se les ve y se les oye, como cuando duermes y un mosquito te zumba en la oreja. Me recuerdan a uno de mis hermanos que cuando lloraba, lloraba tanto rato que nadie le hacía caso y cuando, más por curiosidad que por otra cosa, le preguntabas ¿por qué lloras? ni siquiera se acordaba. Por suerte mi hermano dejó de llorar porque entendió que así no conseguía lo que quería y decidió utilizar otras tácticas que sí le han dado resultado a juzgar por su eterna sonrisa.
Has visto el movimiento que está iniciando Julio Anguita?? Se llama Frente Civico o algo así... échale un ojo y me cuentas... en youtube hay un vídeo también
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