Las tres cuartas partes de mi actividad son mentales. Pienso que paso demasiado tiempo pensando. Pienso que tengo que pensar menos y hacer más. Pienso que pensar tiene su tiempo, y lo tengo que encontrar.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Black Friday

Vivo asustada desde que decidí pasarme el black friday por el arco del triunfo. Miro al cielo continuamente pensando en qué momento, lugar y forma me caerá encima el castigo del todopoderoso dios del consumismo. Cómo iba yo a imaginar que este nuevo invento español, copiado, como todo lo nuevo que inventamos, de nuestros domesticados americanos, se ha convertido en una especie de rito religioso, fanático, que mueve masas de personas que se pasean por las calles comerciales, de tienda en tienda, atorando las aceras, amontonándose en los semáforos como si fuesen manifestaciones sindicales improvisadas, (creo que esto existió alguna vez. Creo. Cuando los sindicatos tenían actividad, y eso). La Red colapsada por las aceleradas y compulsivas compras On Line, que te ahorran un par de euros, pero te dan cuatro horas de vida intensa, emocionante, y encima, si te arrepientes lo puedes devolver todo de forma que sólo has perdido el tiempo. Aprovecho para recordar que el tiempo es oro. Ahora que nadie me oye, tengo que decir que no he sentido impulso de compra alguno y eso me preocupa. He cogido hora con mi médico de cabecera a ver si tengo algo malo, y podemos cogerlo a tiempo, porque, a ver, no es normal no sentir nada pese a que lleve un par de semanas oyendo, hasta en sueños, "Black Friday", como un mantra repetitivo, acompañado de tantos por cientos y marcas comerciales y mensajes que te advierten de que se trata de una oportunidad única que tardará en repetirse más que el cometa halley en pasar. No he soportado tanta presión y he decidido que ni el marketing más agresivo va a conseguir que me meta en una bulla de gente para buscar objetos soñados, totalmente innecesarios, que no llenan mi vida por más que ocupen un montón de espacio. Y grité "A tomar por culo el black friday" sin pensar en las consecuencias. No es que esté arrepentida, ya digo, pero si asustada. ¿Puede alguien decirme qué les ocurre a las personas inconscientes, que deciden no seguir las consignas comerciales importadas de USA y tira? Qué incertidumbre tengo. ¡Por favor, envíeme ya el castigo, que no puedo con esta espera!

No hay comentarios:

Publicar un comentario