Las tres cuartas partes de mi actividad son mentales. Pienso que paso demasiado tiempo pensando. Pienso que tengo que pensar menos y hacer más. Pienso que pensar tiene su tiempo, y lo tengo que encontrar.

domingo, 7 de febrero de 2016

Invierno azul

No se si es este cálido  invierno, o si el insólito panorama político, hacen que constantemente evoque aquel verano azul, tan español. Recuerdo a sus personajes como me da la gana. Quiero decir con esto que cualquier parecido con la serie, quizás,  sea pura casualidad, pero como son mis recuerdos... Ese bonito pueblo andaluz, con esa paradisíaca playa, donde figuraban empadronados Chanquete, el pescador jubilado, y Julia, la pintora moderna, que vivían plácidamente, alejados del mundanal ruido, hasta que, de repente, (aunque esto se veía venir), aterrizan en el pueblo una panda de pijillos urbanitas, dispuestos  a enseñarles a aquellos catetos pueblerinos lo que vale un peine. Venían a comerse el mundo, pero sólo  alguno se comió  una rosca y con mucho trabajo. Qué verano más largo, por dios, bicicleta para arriba, bicicleta para abajo, amores y desamores, el piraña devorando helados, el pequeño Tito chivándose de todo, y el pobre Pancho, más negro que un tizón haciendo eso, de pobre, marcando la diferencia y tratando de demostrar que es posible la amistad entre ricos y pobres. Chanquete acabó muriendo. Creo que le dio un infarto. Pero eso fue después de que, por culpa de la cláusula suelo, intentaran quitarle su barco-casa. Suerte que los pijillos, capitaneados por Pancho, que era del pueblo, hicieron de pioneros de la plataforma stop desahucios, y abortaron la operación. De paso se montaron un par de escraches por el pueblecito, poniendo a todo el mundo de rebomba, como si se hubiera adelantado la feria real. En fin, mira, llegó un momento en que yo ya deseaba que empezara el cole y se acabara el verano, el verano azul, el rojo, el morado y el naranja. Y así estoy ahora otra vez, quién me lo iba a decir, que sueño con los exámenes, el recreo y las cartillas Rubio. Esto no es normal, de verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario