Las tres cuartas partes de mi actividad son mentales. Pienso que paso demasiado tiempo pensando. Pienso que tengo que pensar menos y hacer más. Pienso que pensar tiene su tiempo, y lo tengo que encontrar.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Este año me apaño con el arbolito

Yo este año estoy dudando si poner o no el Belén. El otro día tuve una pesadilla y me ha entrado la duda, porque el sueño era tan real....Debía ser media noche y yo me encontraba asando castañas a tres metros del portal. Todo estaba tranquilo. El cielo precioso con una inmensa cantidad de estrellas, una de ellas especialmente grande, con una larga estela. Quizás fuese el cometa Halley. Tampoco se yo mucho de estrellas. De pronto, a lo lejos se escucha un leve rumor que poco a poco se va haciendo mayor. Pensé, esto serán los Reyes Magos que se han adelantado. Pero no, era una horda de pastores que venían con sus timbales, sus pantalones cagados y su pelo rasta. Pastores de estos que no han visto una oveja en su vida. Llegaron gritando todos a coro, como enfadados, portando pancartas y rodearon el portal. Me dije, pues sí que ha cambiado el cuento, para mí que esto no estaba en el guión. Allí me quedé, con mi asador de castañas, contemplando la escena. Uno de los pastores, que parecía el cabecilla, se acercó a la puerta del portal y dijo ¡Soy Sánchez Gordillo, de profesión justiciero, y vengo a llevarme el buey y la mula, pedazo de fascistas!. Acto seguido cogieron dos carritos del mercadona y cargaron a los animales en ellos sacándolos del portal. El buey ni se coscó pero el burro pegaba unos rebuznos descomunales. San José intentó detener a uno de los carritos y casi le dan una paliza. Lo que lloraba el pobre hombre.Es que el buey y la mula eran sus mascotas, de toda la vida. Pude verlo todo con detalle al día siguiente, en la tablet que me regaló mi proveedor habitual por la compra de 20 kilos de castañas. Los pastores se dispusieron a marcharse con su botín cantando ¡Viva Marinaleda! ¡Viva Sánchez Gordillo! Y entonces, aparecen los reyes magos, con sus camellos y se plantan delante de los pastores cortándoles la salida. Sánchez Gordillo les planta cara y les dice, ¡ya os estáis quitando de ahí, o me llevo a los camellos también, pedazo de fascistas! ¡Fuera la monarquía!,¡ Viva la república! Melchor, muy tranquilamente, se bajó del camello y dirigiéndose al justiciero le dijo, sería conveniente que nos sentáramos a negociar. Yo no negocio, dijo Sánchez Gordillo, yo actúo, que eso es lo que hace falta en este país, menos bla bla bla y  más actuar. Si, ya lo sé, dijo Melchor, y además no eres el único que lo piensa, nosotros también actuamos, por eso, te voy a dejar bien claro que o sueltas a los animales o tiro todas las cartas de reyes de Marinaleda. El justiciero se quedó en silencio unos segundos y acto seguido se dirigió a su horda con estas palabras: "Camaradas, acabo de tener una reunión con estos altos mandatarios, que no son fascitas, aunque lo parecen, y nos proponen lo siguiente: si soltamos al buey y a la mula, ellos, a cambio, van a poner a mi nombre todas las tierras colindantes con Marinaleda en 1.500 kilómetros a la redonda. Creo que es un buen trato, porque lo que es mío es vuestro" ¿Qué decís, cerramos el trato? Sííííí gritaron los pastores. Pues venga, a soltar a los animalitos. En medio del tumulto oí a Gaspar que le decía a Melchor ¿oye, cómo lo has hecho, no nos habrás metido en un lío de estos tuyos, no? No, que va, todo es cuestión de orden. ¿De orden? Pues sí, de orden, primero atiendo las cartas de Marinaleda, que quieren las tierras colindantes, y después atiendo las cartas de los colindantes que piden recuperar sus tierras, y se queda todo como estaba. ¿Cómo lo ves? Fenomenal, y eso ¿cómo se te ha ocurrido? Pues en verdad ha sido idea de Baltasar que antes de ser rey mago estuvo varios años de ujier en el congreso de los diputados, y de pequeño fué monaguillo en la catedral de Palma de Mallorca. Ah, ahora lo entiendo todo, por cierto, ¿Dónde está Baltasar? Pues ha ido a comprar castañas. Entretenida estaba yo con esa conversación cuando, al oír esto, efectivamente veo venir una sombra hacia mí. Era Baltasar. Le metí un soplido al asador y grité ¡Está cerrado! Que yo no he estado en el congreso pero aprendo rápido, hombre.

1 comentario:

  1. jajajja, lo de Gordillo como el jefe de los pastores, no tiene precio. Te sigo desde hace tiempo, solo quiero decirte que me gusta cada vez más tu blog...oye...¿no te has presentado al concurso de Blog de 20 minutos?? jeje ;)El día que lo hagas, mi voto lo tienes asegurado. Te invito amablemente, y si te da la gana, de visitar mi blog, un saludo y buenas noches.

    ResponderEliminar