Las tres cuartas partes de mi actividad son mentales. Pienso que paso demasiado tiempo pensando. Pienso que tengo que pensar menos y hacer más. Pienso que pensar tiene su tiempo, y lo tengo que encontrar.

viernes, 1 de marzo de 2013

En el cielo como en la tierra

Está claro que necesitamos algunos milagros. No digo yo que no. Pero hay cosas que no me cuadran. Mientras los bancos roban casas legalmente a muchas familias, que tienen que cobijarse donde pueden, y de paso les roban, también legalmente, quizás la única oportunidad de salir adelante en esta crisis que todos veíamos venir, mirando hacia otro lado o cerrando los ojos y cruzando los dedos, como si se tratara de un meteorito que viene cayendo del cielo y a lo mejor impacta en la tierra, a lo mejor no, pero que seguramente si cae en la tierra a mí no me va a dar, porque las desgracias siempre ocurren en otro sitio, exactamente en los arrabales pobres, donde la miseria se junta con más miseria, no como en los arrabales ricos, donde como ya sabemos, dinero llama a dinero y nunca pasa nada que el dinero no pueda arreglar, pero arrabales son unos y otros, y arrabaleros sus moradores, de uno y otro lado, y mientras estas cosas ocurren, pienso en la suerte que tengo, preguntándome cuánto me ha de durar y qué puedo hacer por conservarla, cuando si algo ha quedado claro en toda esta hecatombe, es que no importa tu esfuerzo, tu responsabilidad y mucho menos tu honradez, que no la paga quien la hace, sino quien pasaba por allí y no sabe de qué va la película, que los sinvergüenzas son los que han pagado su casa al doble del precio de lo que costaba, no los que les pusieron precio porque tenían que pagar comisiones para poder construir encima de un río o en una ladera deslizante de tierras movedizas, que nadie denuncia a nadie porque todos tienen algo que callar, que los malos gestores son premiados con millonarias indemnizaciones y los buenos.... sencillamente no existen, que los consejos de administración son un mercadillo de prêt á porter, en el que siguen engordando sus cuentas los desechos de la política, que nadie va a resolvernos "nuestros" problemas, antes tendremos nosotros que resolver "sus" problemas y asegurarles su pingüe situación y luego.... si eso, ya se verá, que importa más Europa que España, el fútbol que el hambre, "sareb" que "dación en pago", que le reímos la gracia a un hombre básico por dentro y por fuera, cuya única habilidad es dar patadas a un balón y que en su tiempo libre estrella vehículos de alta gama, que le quedan muy muy grandes, y a todo este absurdo, a modo de colofón, le sumamos una impresionante cola de personas, en una calle de Madrid, o de cualquier ciudad, decididas a pasar varias noches a la intemperie, aunque tienen casa, y aunque llueva o nieve, para besarle los pies al Cristo de Medinacelli y pedirle uno o varios milagros y de paso ver qué miembro de la casa real será este año el que acuda a orarle al cristo, ¿quizás la infanta Cristina? hay quien sigue pensando que ella necesita un milagro, yo, sin embargo, sigo pensando que no, y en estos casos siempre recuerdo la frase de "para pedir siempre hay tiempo" y también algo que alguien me dijo una vez ¡lo que le pidas a los santos, si te lo conceden, luego te lo cobran! Ya ves, en el cielo como en la tierra, amén.

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