Las tres cuartas partes de mi actividad son mentales. Pienso que paso demasiado tiempo pensando. Pienso que tengo que pensar menos y hacer más. Pienso que pensar tiene su tiempo, y lo tengo que encontrar.

miércoles, 26 de junio de 2013

El guardián entre el cemento

Ahí está, agazapado, en su frondosa terraza, fumando un pitillo y vigilando la entrada para que no se le escape ni una.Es la mayor base de datos que nadie pueda imaginar aunque de un reducido mundo. Es el Wikiladrillo. Sabe con quién entras, con quién sales, dónde trabajas, con quién vives, quién te visita y a qué horas, si sales andando o en coche, si tienes el ADSL con Movistar, Orange o Vodafone, si los muebles lo has comprado en Ikea o en Muebles Peralta, las obras que haces en tu vivienda y hasta las plantas que tienes en tu terraza.
En toda comunidad que se precie existe uno. Es el guardián del bloque, el celoso protector de lo común, el que vela porque no se rompa la estética del edificio y todo guarde su perfecto orden para que la vida en comunidad sea ejemplar, al menos para él. Está siempre de guardia, vigilante. Lo encuentras en el portal, en el rellano, en la azotea. No hay rincón que no conozca y no tenga inspeccionado con una diligente periodicidad. Sabe todo lo que se cuece fuera y dentro de las puertas, porque él investiga, no se conforma con los indicios y profundiza en todas las cuestiones que considera necesarias para salvaguardar la seguridad del edificio. Presidente vitalicio y honorífico, por la gracia de su madre. Perro del hortelano. Usado por el resto de vecinos para las tareas ingratas, ya que siempre está de guardia y dispuesto para actuar. Cada año, se auto-reelige mano derecha y se pega como una lapa a quien en turno le haya tocado la presidencia, para vigilar que cumpla su cargo adecuadamente,  porque él es quién más sabe de todo y de todos, el que mejor contrata los servicios de la comunidad, el que nunca se equivoca. Él decide el orden del día de cada reunión y recaba los apoyos necesarios para que sus propuestas salgan adelante. Es el organizador de las fiestas comunales. En sueños aspira a controlar los bloques de los alrededores, todos los que su vista alcanza y que ya conoce bien, porque no hay nada mejor que una jubilación para poder dedicarse en exclusiva y hasta que el cuerpo aguante a lo que a uno le gusta de verdad, el poder del cotilleo des-comunal.

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