Las tres cuartas partes de mi actividad son mentales. Pienso que paso demasiado tiempo pensando. Pienso que tengo que pensar menos y hacer más. Pienso que pensar tiene su tiempo, y lo tengo que encontrar.

martes, 11 de septiembre de 2012

Historias del hospital, (1ª parte, 28/08/2012)


Historias del hospital: ¿Esto es una sala de radioterapia o el camarote de los hermanos Marx? Me explico. Tengo que tumbarme en una camilla, con los brazos hacia arriba, apoyados en unos soportes, de manera que parece que te han puesto en una camilla de ginecología, pero al revés, en lugar de las piernas colgando y abiertas, son los brazos los que pones en esta posición. Después de moverte milimétricamente, para que los puntos perennes que te han dibujado en el cuerpo cuadren con otros puntos que tú no sabes dónde están, las enfermeras dicen "ya lo tengo" y cogen un mando a distancia y comienzan a mover la camilla a trompicones, para arriba, para abajo a derecha e izquierda. Qué tensión me entra, sólo puedo pensar: ¡madre mía que me van a descuadrar!. En fin, yo ahí, quieta, intentando no moverme con las sacudidas de la camilla. Y, cuando ya ellas consideran que aquello está en condiciones se van corriendo y una máquina descomunal empieza a hacer un ruido de campo magnético, como si te fuesen a dar un calambrazo de campeonato. Pero no sientes nada, sólo ruido. Todo esto que acabo de relatar dura apenas diez minutos. ¿Uds, ven lógico que en este corto espacio de tiempo y en el transcurso de una semana, hayan pasado por ahí, un celador y un informático? ¿Qué pasa, mis tetas y yo somos espectaculares, o pura basura? Y si alguien tiene la osadía de decir que esto no tiene importancia, o que no es para tanto, le reto a que se ponga con las tetas o los huevos al aire (cada uno lo que tenga), en esa extraña pose, más propia de una película sadomasoquista que de un tratamiento médico y quede expuesto a la vista de un celador que llega a dejar unas sábanas, o de un informático que va a ver si le pasa algo a la pantalla de ordenador. ¡Pero SI SOLO ESTOY DIEZ MINUTOS, no pueden esperarse un momento!. No lo entiendo. Estoy muy cabreada. O me dan pronto el alta o me voy a cagar en todo el que trabaja allí. Soy una persona, oiga.”




No hay comentarios:

Publicar un comentario