domingo, 15 de diciembre de 2013
Navidad, Navidad, salada Navidad.
domingo, 17 de noviembre de 2013
Arquitectura versus arquiternura
Llevo aproximadamente un mes re-decorando mi casa conforme a un plan previamente fijado, cerrado y sellado, que ha ido diluyéndose y cambiando de color conforme pasaban las horas. Para eso parece que son los planes, para huir de ellos y llegar a la conclusión de que la vida, con sus misterios, produce cambios en los planes de decoración y no hay ningún estudio científico sobre esto. Llamaré a Punset. Ahora tengo claro que en la enseñanza obligatoria hay que incluir el bricolaje. Esto aseguraría más larga vida a tus planes, a esos que llevas varios meses diseñando con ilusión y cuentas matemáticas para que todo cuadre. Así se evitaría tener que escuchar las opiniones de pintores, electricistas... que, en toda tu cara y sin ningún miramiento te dicen que ese color de pared es raro y no quedará bien, o que para qué quieres una conexión de televisión en tal sitio, o qué más da que la lámpara esté aquí o allí, pero vaya, que a ellos les da igual, que cada uno ponga las cosas donde quiera, que ellos no se meten en eso. Pues menos mal. Y tú, después de escuchar opiniones no solicitadas, te quedas con cara de poker, y con cierta vergüenza absurda les dejas claro que eso es lo que quieres, mientras piensas que no los vas a llamar más y que habría que ver sus casas, a ver si de verdad tienen el gusto del que presumen. Lo que hay que aguantar y encima pagando, con lo que me cabrea a mí eso, porque es descubrir que el poderoso don dinero ni siquiera te convierte en la reina de la chapuza casera. No se dónde vamos a llegar. Por suerte en mi familia, como en toda familia que se precie, tenemos un Macgyver que además de dominar las más variadas técnicas del bricolaje, realiza sus trabajos con total precisión y sin darte su opinión, salvo que se la pidas. Gracias a él me he evitado llamar al servicio de bricolaje del seguro del hogar, del que no me fío ni un pelo. Según el clausulado de la póliza tienes tres horas gratis de bricolaje, pero... me da a mí, que el operario se pasaría las tres horas buscando herramientas y, lo peor de todo, opinando si mejor aquí, mejor allí. Me quedaré con la duda, pero no creo que pierda el sueño. Antes tenía un piso, ahora tengo un hogar. Ya sabes, la arquitectura para la estructura y la arquiternura para los interiores.
sábado, 26 de octubre de 2013
El cambio de hora
martes, 17 de septiembre de 2013
Correr es de cobardes
jueves, 5 de septiembre de 2013
¿somos o somos?
http://www.youtube.com/watch?v=Z0i9eDOGN5I
domingo, 25 de agosto de 2013
Las gracias que no tienen gracia
sábado, 6 de julio de 2013
Lo que tiene una cerveza sin tapa.
miércoles, 26 de junio de 2013
El guardián entre el cemento
En toda comunidad que se precie existe uno. Es el guardián del bloque, el celoso protector de lo común, el que vela porque no se rompa la estética del edificio y todo guarde su perfecto orden para que la vida en comunidad sea ejemplar, al menos para él. Está siempre de guardia, vigilante. Lo encuentras en el portal, en el rellano, en la azotea. No hay rincón que no conozca y no tenga inspeccionado con una diligente periodicidad. Sabe todo lo que se cuece fuera y dentro de las puertas, porque él investiga, no se conforma con los indicios y profundiza en todas las cuestiones que considera necesarias para salvaguardar la seguridad del edificio. Presidente vitalicio y honorífico, por la gracia de su madre. Perro del hortelano. Usado por el resto de vecinos para las tareas ingratas, ya que siempre está de guardia y dispuesto para actuar. Cada año, se auto-reelige mano derecha y se pega como una lapa a quien en turno le haya tocado la presidencia, para vigilar que cumpla su cargo adecuadamente, porque él es quién más sabe de todo y de todos, el que mejor contrata los servicios de la comunidad, el que nunca se equivoca. Él decide el orden del día de cada reunión y recaba los apoyos necesarios para que sus propuestas salgan adelante. Es el organizador de las fiestas comunales. En sueños aspira a controlar los bloques de los alrededores, todos los que su vista alcanza y que ya conoce bien, porque no hay nada mejor que una jubilación para poder dedicarse en exclusiva y hasta que el cuerpo aguante a lo que a uno le gusta de verdad, el poder del cotilleo des-comunal.
martes, 18 de junio de 2013
El realismo del sur, o el sur-realismo
domingo, 16 de junio de 2013
12 más 8 son 20 y tira pá Madrid
Vuelvo dentro de dos días y cuando eso ocurra, lo primero que haré será dirigirme a la ventanilla de control de billetes, y más le vale a la chica de las cábalas no encontrarse en su puesto, porque en ese caso se va a enterar. A ver si consigo que me explique si su errónea predicción fue fruto de una repentina posesión del espíritu de nostradamus, o si sólo pensó que nos vendría bien dar unas carreras por el andén, mientras el revisor desbocado nos llamaba tontos a todos los que habíamos seguido las instrucciones de la chica.
Voy a pedir la grabación, que seguro que la hay, pero no la de la carrera, sino la de la cabina de control de billetes y como vea una leve sonrisa en la cara de la chica, se va a enterar de lo que vale un peine.
domingo, 9 de junio de 2013
Y llegó el verano
El primer día que pisas la playa te sientes un poco tímida porque llega la hora de sacar tus blancas lorzas a pasear, pero eso se te pasa enseguida, tan pronto como pones un pie en la arena y ves ese desfile de cuerpos de todas las tonalidades y edades, a veces con formas imposibles, despreocupados, relajados, dando vida y color al paisaje, disfrutando del sol, del mar. Viendo esto me siento tranquila y pienso lo sencillo que resulta encontrar un momento de paz. Y canto eso de "antes sencilla que muerta" (¿o era al contrario?)
Oye, ¿quién ha apagado la luz? Eah, se acabó. Llegó el verano y con él las nubes. A la porra la luz y el color, la tranquilidad y el vaivén de las olas. Ay, qué poco dura lo bueno.
domingo, 19 de mayo de 2013
El árbol de los deseos

Antigua tradición escandinava
Según la leyenda el árbol debe colocarse en un lugar visible (esto puede hacerse porque además es una hermosa pieza decorativa)
Cuando surge un deseo, se retira una pieza del árbol, se escribe el deseo en un papel, se envuelve la pieza retirada con dicho papel y se guarda aparte.
El árbol tratará de estar completo otra vez y canalizará la energía del propietario para que se cumpla el deseo y usted vuelva a colocar la pieza en su lugar.
...."
Me quedé pensando un buen rato. Siempre he tenido problemas para desear. Se me han escapado un montón de estrellas fugaces pensando qué podía pedir. Un día decidí pensar un deseo y memorizarlo para no perder más oportunidades con los chispazos celestes. Resultó inútil, lo olvidé porque para mí los deseos son más fugaces que las estrellas. No es que lo tenga todo, no tengo tanta suerte.... ¿o sí? Es más bien que me apaño con lo que tengo, sea más o sea menos. Tardé en darle uso al árbol y la primera pieza que le quité fue para un deseo ajeno. Y llegó el día en que necesité del árbol para mí. Quité otra pieza y dejé al árbol en un otoño extremo. Sólo tiene cuatro piezas y los favores solicitados eran deseos a largo plazo, complicados de conseguir, con lo que era imposible emocionarse pidiendo favores. Pero el tiempo dio sus frutos. Los dos deseos se cumplieron, el propio y el ajeno. Habían pasado años, pero era el tiempo requerido para que ambas cosas pudieran producirse. Por fin pude recomponer el árbol y devolverlo a una merecida primavera sin flores, y su copa volvió a lucir completa. Lo deposité en la estantería y me olvidé de él. Al poco tiempo me surgieron varios deseos. Son los trozos de papel que se ven en la imagen. Está claro que olvidé las instrucciones. Pero hoy, buscando algo, las encontré y decidí leerlas comprobando que no lo estaba haciendo bien, porque no debía insertar los deseos en el árbol, sino desprender sus piezas, como hice con los dos primeros deseos. Esta segunda vez sí que he leído las instrucciones completas y ¡he descubierto dónde radica la verdadera magia del árbol!.
Segunda parte de las instrucciones:
"...
NOTA IMPORTANTE: Para completar la leyenda escandinava con la sabia tradición española y hacerla más eficaz, debe tener en cuenta dos consejos.
NO LE PIDAS PERAS AL OLMO. El deseo solicitado debe ser coherente con sus circunstancias y acorde con sus posibilidades.
A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO. No le deje todo el esfuerzo al árbol. Trabaje usted también para facilitar la consecución del deseo."
Ahora lo entiendo todo.
miércoles, 15 de mayo de 2013
Hay que jugar en serio
sábado, 11 de mayo de 2013
Cuatro palos
No sé si era la música de fondo que le habían puesto al documental, pero aquello emanaba una paz difícil de encontrar en la calle donde vivo, en la que todos los sábados, a las ocho de la mañana, tienes a los del Ayuntamiento con la máquina esa que es como un cañón de aire, que suena como un cortacésped y que utilizan para hacer montones de hojas secas que luego recogen como toda la vida, con cepillo y cogedor. ¡Qué cosas!. Así empieza un sábado por la mañana y continúa cuando despierta mi vecina, que también es del Ayuntamiento y que en su afán por convertir su pequeño piso de protección oficial, en uno de esos chalets de la sierra, donde viven sus amigos, y así sobresalir del resto del personal que poblamos el barrio que a ella le ha tocado en suerte, y que no llegamos a su altura, (sobre todo en tontería), le ha dado por hacer una cantidad de arreglos tales como, colocar césped artificial en la terraza, simulando el jardín de su chalet, con el típico tresillo de todas las terrazas y de todos los folletos del carrefour, leroy merlín, ikea..., y también ha colocado unas antorchas solares para alumbrar por la noche, que pierden el pulso con las farolas de la calle, y lo que más me irrita, un potente ambientador insoportable, muy desagradable, para darle glamour a su terraza, aunque lo único que consigue es incomodarme y marearme, casi quitarme las ganas de salir a mi humilde terraza, sin césped, con una mesa de plástico blanca, de esas de toda la vida, que además me la ha prestado mi hermana, hasta que un año de estos yo encuentre una que me guste y se la devuelva. Ahora, que yo me he dicho, ¿tú qué quieres, pelea? pues pelea vas a tener y me he comprado un bote muy grande de Casa Jardín con el que practicaré la legítima defensa, esto es, repelar sus agresiones con los mismos medios, y ya, de paso, aprovecho para matar los bichos de mis plantas.
Ya ha tenido suerte que le haya tocado yo de colindante de terraza, porque si le llega a tocar mis colindantes de puerta, a esa mujer le da algo. Mis colindantes de puerta tienen una terraza sin glamour, pero muy divertida, con un gigantesco girasol de plástico que se ve desde que vienes por la calle a bastantes metros y que seguro que ella recalca: no, mi terraza no se ve desde aquí, porque da a la otra calle. Y con eso ella marca la diferencia entre su césped y el girasol.
Su terraza es como un diminuto Hawaii flotante, un remanso de paz perfumado artificialmente. Un precioso jardín mal ubicado, cubierto por toldos para que el entorno no estropee su magia. Sólo le falta un detalle, la música ambiental, porque la de los pájaros del barrio no le pegan mucho, y eso que cantan bien. Y ya, de paso, estaría bien que el vecino de arriba no diera tantas voces, ni siquiera si el Barcelona marca un gol, porque eso rompe de forma abrupta la exquisitez del lugar. Y mientras tanto, los sueños, sueños son. Quizás algún día le toque la lotería y pueda comprarse un chalet en la sierra, al lado de sus amigos, o quizás alguien le regale una baraja de cartas y se convierta al "normalismo". O, peor aún, mañana me encargo el césped y el tresillo en el leroy merlín, que hay oferta.
domingo, 21 de abril de 2013
Etiquetas

Pero no, no era eso de lo que yo quería hablar hoy. Estaba pensando en las etiquetas comerciales. Esos pedazos de dossieres adosados a cualquier camisetilla de tirantes, con dos o tres frases escritas en varios idiomas y una retahíla de símbolos para indicarnos si la camiseta es inflamable o tóxica o no se puede lavar a más de 30 grados. Las etiquetas se han convertido en auténticas enciclopedias uni-producto que no tienen más función que cumplir una exigencia legal, pero que para nada cumplen con el objetivo que la ley pretende con su imposición. Los consumidores seguimos igual de desprotegidos/desinformados con o sin etiquetas. Claro ejemplo, los canelones con carne de caballo. ¡Y anda que no tenia letras la caja de los canelones!, una parrafada de ingredientes, siglas y números.....aunque ni rastro de la carne de caballo. Imperdonable olvido. Pero si no leemos ni los contratos del banco, la luz o el agua, y mucho menos las condiciones de las contrataciones on line, que aceptamos sin parpadear, ¿para qué queremos tanta etiqueta?. Además, lo primero que hacemos cuando llegamos a casa es cortarlas y tirarlas junto con los tickets de compra. Un auténtico suicidio consumista. Parece que es darle emoción a la compra y ver qué pasa si la prenda está hecha de un tejido que me da alergia o no se puede lavar, y ambas cosas las descubrimos después de usarla y no podemos cambiarla porque le hemos cortado la etiqueta.
No me quejo de que se nos dé información, pero sí del formato. La actual etiqueta es una broma pesada, es como decir "no quieres información, pues toma información, a ver si tienes valor de conservar la etiqueta pegada a la prenda, con sus tres folios de tela, y llevarla puesta, con la ropa, ahí, para que se sepa qué mezcla de productos llevas encima, cuánto has pagado por ellos y si contaminan o son insolidarios", o también, "no quieres información, pues toma información, ahora vas y te compras una caja para guardar etiquetas y pegatinas para etiquetar las etiquetas, que así todas juntas, no se sabe de qué son cada una." Y una tercera opción, más cercana a la realidad sería "no quieres información, pues toma información, ahí te pongo lo que me exige la ley, pero que sepas que cualquier parecido con la realidad es pura casualidad. ¡Suerte!" Mientras más controles se imponen, más fullerías se generan y acaban provocando una constante sensación de ser conejillos de indias, absolutamente desprotegidos y objeto de burla.
Creo que deberíamos cambiar el actual sistema de etiquetado, dejar en paz las camisetas, sábanas y manteles, que esos, con verlos, ya sabemos de qué están hechos y los calambrazos que nos van a dar, y ponerle etiquetas a lo que de verdad las merece: la mentira, la falta de honradez, la irresponsabilidad, la poca gracia que tiene, por ejemplo, conceder a Sevillana Endesa el premio C de Consumo (hace varios años de esto). Es como institucionalizar y legalizar el robo a mano des-armada y el des-interés común. Deberíamos publicitarnos como "producto de Europa, más falso que una copia china".
domingo, 31 de marzo de 2013
A mí la legión
sábado, 23 de marzo de 2013
Lo que es un no parar
miércoles, 6 de marzo de 2013
Me quedo con esto
domingo, 3 de marzo de 2013
¡Feliz cumpleaños!
viernes, 1 de marzo de 2013
En el cielo como en la tierra
sábado, 23 de febrero de 2013
Demasiadas nubes
martes, 19 de febrero de 2013
No soy minera, por suerte.
y si me ronda la muerte, de ella tengo que huir.
Si, me da envidia el dinero, y quiero el bolsillo lleno
y ser la más rica de toda Sierra Morena,
de toda Sierra Morena.
Voy al trabajo cantando porque yo se que al final
cobro mi paga currando y así yo puedo pagar,
pero al final se me gasta
y tengo que currar más.
No soy minera, ni templé mi corazón con pico y barrena
no soy minera y con cañas y buenas tapas curo mis penas,
no soy barrenera porque a mí eso me espanta
y sólo quiero el sonido de una tasca.
Compañero, éste es el peor momento para ser niño,
que entre ladrones con sueldo, corruptos y los indultos, yo
yo pierdo dinero.
Compañero, mira cómo está la cosa, hasta en el cielo
que el papa se ha despedido, cobrando su finiquito, yo
yo pierdo dinero.
domingo, 17 de febrero de 2013
For Sale

domingo, 10 de febrero de 2013
Un día de película
miércoles, 30 de enero de 2013
Tú y Ter.
viernes, 25 de enero de 2013
F2 : inicia el juego
domingo, 20 de enero de 2013
Cartucho, que no te escucho
domingo, 6 de enero de 2013
El principio del fin
Parece que se acaba la Navidad, pero no es así. Ahora viene la segunda parte "Las ansiadas rebajas ". Tengo que reconocer que en mi anterior vida, si es que la hubo, yo debía ser rica porque no hay cosa que me ponga los pelos más de punta que ir a comprar en rebajas. Me entra pánico cuando veo la marabunta arrasando con todo lo que encuentra a su paso, como si fuese el último dia en que podrán comprar durante el resto de sus vidas. Y compran y compran y vuelven a comprar. Para mí es una imagen apocalíptica. Así que espero pacientemente a que los compradores compulsivos devuelvan la mitad de lo comprado, bien porque tengan un momento de lucidez, bien porque no tengan manera de colocar lo comprado ni en sus cuerpos, ni en sus casas. Y ahí estoy yo, esperando. Ese es mi momento de rebajas, lejos de tumultos y artículos tirados por los suelos o colocados en lugares donde nunca los buscarías. Cada uno se especializa en lo que quiere. Están los profesionales de las rebajas, esos que madrugan para llegar los primeros a los establecimientos, generando el pánico a los guardas jurados que deben abrir las puertas y que saben, que cuando esto ocurra, un tropel de gente entrará con desesperación, dispuestos a llevarse por delante al mismo guarda jurado si éste decide interponerse en su camino o trata de poner orden en la marea "rebajera ". Esas marujas contables, que ya saben lo que quieren y llevan meses esperando ese momento y están dispuestas a matar si alguien decide estropearles el plan, esos jubilados con ansia de aventura, que cuentan triunfantes su safari por las rebajas exhibiendo sin pudor las piezas cazadas y sus precios, esa juventud que busca oportunidades, o lo pillo en rebajas o no lo pillo nunca. En fin que no piso yo una tienda hasta pasado mañana como muy pronto, no creo que tarde mucho más el desvalijo. Y hay que ver como dejan las tiendas, como si hubiesen pasado cincuenta elefantes republicanos huyendo a toda pastilla de un rey torpe, con una escopeta de última generación, con mira macroscópica, hecha especialmente para quijotes y miopes. Lo que no tiene apaño son los pasamanos de las escaleras mecánicas, que van más rapidos que las escaleras, acelerando a las personas que van subiendo escalones al tiempo que el brazo se les va estirando. En realidad no sé si es una estrategia comercial o un daño colateral ocasionado por personas obesas aficionados a las compras que ralentizan con su peso las escaleras. Por eso yo nunca me agarro, para ir a mi ritmo, pero siempre me coloco a un lado para que el resto de pasajeros pueda circular al compás de los estiramientos que vayan sufriendo. Y dentro de cuatro días, con el frío y con la nieve, todos los escaparates estrenarán la nueva moda primavera. Luego dicen que no venden. Si es que..
jueves, 3 de enero de 2013
Ya vienen los reyes magos
martes, 1 de enero de 2013
Volver a empezar
Hoy la limpieza ha consistido en poner orden en una libreta donde voy apuntando miles de cosas, contraseñas, teléfonos, direcciones..... Lo más inútil que apunto son las cosas que tengo que recordar. Pero vamos a ver ¿acaso me voy a acordar de mirar en la libreta? No. Está claro que no. Pero las apunto igualmente. Hecho esto, la libreta parece que ha sido sometida a un drástico régimen de adelgazamiento que la ha dejado con más muelle que hojas. Qué fea está la pobre. También le ha tocado el turno al correo electrónico. ¿Alguien repasa los correos antiguos? No contesten, por favor. No sea que me digan que sí y me entre la angustia. Aunque ya está hecho.
No sé, me parece muy catártico. Es como empezar el año más ligera pero, sobre todo, con más espacio en los cajones.
Ahora sólo me queda esperar a que pongan la caja en el rellano (donde abandoné mi pijama de Epi y Blas) para terminar con la tarea. Y ya estoy preparada para volver a empezar, con espacio vital suficiente para llenarlo de papelajos, facturas, recibos, anotaciones absurdas en mi libreta, el dibujito de mi sobrina, ....